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Un vinagre de miel surgido por accidente

vinagre de miel

El vinagre de miel o Vinamelagre surgió por accidente, cuando Lluís Busom, apicultor, intentó hacer ‘hidromiel’. Buscaba ofrecer productos distintos al mercado. “Lo hicimos tan mal que era vinagre. Y estaba muy bueno. Hicimos una cata con ensaladas. Al día siguiente vinieron a comprar y no teníamos”, cuenta Busom.

Normalmente este vinagre es muy fuerte pero él ha conseguido que sea dulce, aunque no desvela cómo lo consigue. Huele y sabe a vinagre pero al final aporta al paladar un sabor de miel.

El vinagre de miel nació de la casualidad y se ha mejorado con la perseverancia

El Vinamelagre es fruto de una fermentación alcohólica de una mezcla de agua y miel. Esta última aporta más del 50 % del producto. Dos meses después se le añade vinagre de vino blanco ecológico para aportarle las bacterias acéticas. Tras eso, se deja reposar en barricas de roble francés un mínimo de cuatro meses. No tiene colorantes.

En realidad “no se puede decir que es un vinagre”, pues tiene una acidez de 3,5%. En lugar del 5% necesario para que lo sea, según la legislación. En el mercado desde 2012, con 20.000 botellas producidas al año, hoy es el producto estrella de su empresa, Somper en Flix (Tarragona).

Este Vinamelagre es un gran condimento para ensaladas, verduras e incluso guisos. “Hay padres que me han dicho que gracias a mi vinagre sus hijos comen ensaladas”, explica Busom.

Dos años después Lluís Busom volvió a intentar a hacer ‘hidromiel’ y esta vez lo consiguió. Tiene un toque a antiguo pues pasa tres años en barrica usada de vino Priorat y tiene un 13,5% de alcohol.

Somper, que vende miel y derivados como un licor de crema de miel, acaba de lanzar un nuevo producto, la crema Garromel. Pensado en quienes “no pueden tomar Nocilla”, pues es totalmente natural y no lleva lácteos ni gluten.

Por tanto, lo pueden tomar los alérgicos. Siguiendo con su filosofía de todo natural, esta crema está elaborada con miel, harina de garrofa, cacao y aceite.

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